El rol de la ingeniería en materias medioambientales

Datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) señalan que nueve de cada diez personas en el mundo diariamente respiran aire contaminado. En Chile, de acuerdo a cifras del Ministerio del Medio Ambiente (MMA), cada año mueren cerca de 4 mil personas por esta razón.
Actualmente la pandemia de coronavirus y por la forma en que se disemina; se ha instalado el tema de la contaminación en el aire, considerando que en la actualidad, más de un 90% de la población del planeta habita sitios donde se superan los niveles permitidos, y que en Chile, según el MMA, ciudades como Temuco, Osorno y Coyhaique poseen índices que están sobre la media, y que aumentan en el periodo de invierno por el consumo de leña.

Fotografía Radio U de Chile
Respecto a la contaminación atmosférica, el docente de la Facultad de Ingeniería UdeC Ph.D. en Ingeniería Química, Claudio Zaror, explicó que las emisiones de origen industrial tienen responsabilidad en la materia, ya que han estado sometidas a presiones legales y sociales para reducir su carga contaminante en aquellas zonas que han sido declaradas saturadas y latentes. No obstante y desgraciadamente, vemos que toda la zona centro sur experimentan severos deterioros de la calidad del aire durante el periodo invernal, debido a sistemas de calefacción extremadamente ineficientes y contaminantes; siendo uno de los principales problemas ambientales con severos efectos sobre la salud de la población.
Sin embargo, la contaminación no solo se presenta en el aire, sino también en el agua y Chile ha tenido avances en el área. El especialista Claudio Zaror, comentó que “en 1998, menos del 5% de los efluentes líquidos (domésticos e industriales) que se descargan a receptores superficiales tenían alguna forma de tratamiento, generando impactos negativos sobre la salud de la población (ej. altas tasas de mortalidad y morbilidad asociadas a enfermedades entéricas, etc). Hoy más del 98% de los efluentes son tratados con sistemas de depuración diseñados para cumplir con estándares establecidos por normas legales.”
Si bien el avance es importante, aún hay situaciones que se deben controlar como la contaminación de actividades agropecuarias, tales como los pesticidas que afectan la calidad de varios acuíferos del país. Así también encontramos impacto negativo en las actividades mineras de la zona norte que afecta a los pocos lugares de agua del sector.
Sumado a lo anterior, el docente señaló que “es de conocimiento público la existencia en Chile de verdaderas zonas de sacrificio ambiental, donde se ha tolerado un uso abusivo del territorio por parte de actividades productivas, que no han tenido la precaución ni la responsabilidad de controlar de manera efectiva sus emisiones al ambiente, afectando la calidad de vida de las comunidades locales.”
La ingeniería tiene un rol indispensable en materias de cuidados medioambientales, ya que constantemente trabaja con diseños de producción y procesos que intervienen con el medio, por lo tanto tiene la responsabilidad de hacerse partícipe de su protección.
“La ingeniería, como disciplina profesional, debe aplicar conocimientos científicos y técnicos para lograr un uso eficiente de los recursos de producción (incluyendo las materias primas e insumos energéticos), minimizar la generación de residuos y evitar la liberación al ambiente, de compuestos que puedan afectar la salud de las personas y los ecosistemas. Es decir, crear procesos industriales que efectivamente puedan satisfacer las necesidades humanas y la condición de que dichas acciones sean rentables. Esto no justifica desde ningún punto de vista un ejercicio profesional que traicione dichos principios. No se puede, por una parte, generar valor económico, mientras que por otro lado se está destruyendo la calidad de vida, la biodiversidad, el patrimonio histórico-cultural, y otras externalidades negativas que hoy no son aceptables para una sociedad que busca un desarrollo sustentable.” aclaró el docente.
¿Cómo se cuidan o protegen los ecosistemas en Chile actualmente?
Existen diferentes iniciativas que han surgido desde la academia, ONG y de las entidades públicas con competencia ambiental. Existe un marco normativo incipiente que requiere de mayor fortalecimiento, tanto en sus alcances como en la institucionalidad asociada. Así como también se necesita con urgencia de mayores recursos para generar conocimientos sobre las cuencas hidrográficas, ecosistemas desérticos y otros ecosistemas esenciales para la vida en general, muchos de los cuales se encuentran en situación de vulnerabilidad ante la intervención humana y el cambio climático. Sin conocimiento sistemático acerca del estado de los ecosistemas, difícilmente estaremos en condiciones de conservarlos de manera efectiva.
Respecto al cuidado del agua en Chile. ¿Qué elementos han contribuido a la contaminación del agua? Y ¿cómo se puede tratar estos problemas para dejar de contaminar?
No estimo que sea solo un problema de contaminación. En relación con la contaminación del agua, el fortalecimiento del marco normativo y de las capacidades institucionales deberían ser más que suficientes para forzar a un mejoramiento de las tecnologías de control y depuración de las aguas. Es lo que se observa en la mayoría de los países europeos, donde la capacidad de fiscalización y monitoreo por parte de las autoridades, sumadas a sistemas de vigilancia con fuerte apoyo científico, hace prácticamente inviable verter aguas residuales fuera de norma.
Estimo que nuestro principal problema asociado al recurso hídrico radica en la falta de capacidad de gestión de nuestras cuencas hidrográficas. Una gestión integrada de cuencas implica que los diferentes actores públicos y privados velen por la integridad y sustentabilidad del recurso hídrico, a base de información oportuna y sistemática, que considere no solamente el uso del territorio y los requerimientos de agua para uso humano (incluyendo agua potable, de uso industrial, riego); sino que también las características climáticas, edáficas, vegetación, demográficas, socio-económicas y culturales del territorio, entre otros.
Para finalizar, se comprende que el cuidado medioambiental necesita a profesionales comprometidos, con estudios que puedan generar la protección y cuidado medioambiental y que sean capaces de aprovechar la tecnología existente para hacerlo posible, como lo afirmó el docente: “El desarrollo tecnológico en materia de sensores remotos, interconección e inteligencia artificial hacen viable el diseño e implementación de una gestión integrada de cuencas con enfoques multidisciplinarios que contribuyan a la preservación de los recursos hídricos. Esto reviste carácter de urgente dado el crecimiento de la población y los efectos que se preveen debido al cambio climático.” finalizó.